Historia de la Obra en el país

El 20 de octubre de 1956 llegaron a Montevideo, enviados por San Josemaría, los sacerdotes Agustín Falceto y Gonzalo Bueno, que tenían 26 y 28 años y habían recibido la ordenación sacerdotal, respectivamente, en 1955 y en agosto de ese mismo año 1956.

P. Gonzalo Bueno, P. Ricardo Fernández Vallespín y P. Agustín Falceto, el 21 de octubre de 1956, frente a la casa de Br. Artigas y Canelones

Los acompañó en el viaje desde España el P. Ricardo Fernández Vallespín, uno de los primeros miembros del Opus Dei, que desde 1950 se encontraba en Argentina, comenzando la labor de la Obra en ese país.

El P. Fernández Vallespín preparó la llegada de los dos sacerdotes, haciendo varios viajes desde Buenos Aires a Montevideo. La casa a la que fueron a vivir estaba situada en Bulevar Artigas 1176. Monseñor Antonio Ma. Barbieri era entonces el arzobispo de Montevideo. Recibió a los sacerdotes con paternal afecto y los animó a desarrollar una amplia labor con jóvenes universitarios, como punto de partida para llegar posteriormente a todos los sectores de la sociedad, como siempre fue el deseo de San Josemaría.

En el mismo año 1956 pidió la admisión en el Opus Dei Anita Quesada de Abel, la primer Supernumeraria. Tres años más tarde el primer Supernumerario, Eduardo McColl, y en 1962 el primer Numerario, Gerardo Echavarren, hoy sacerdote. En 1958 se pudo inaugurar la Residencia Universitaria Iará, en el domicilio de Bvar. Artigas.

María Dolores (Loli) Lleó y Julia (Kitty) Bonell, recién llegadas al puerto de Montevideo

En 1957 comenzó la labor apostólica de las mujeres del Opus Dei, con cuatro fieles de la Prelatura que vinieron de España y Argentina. Se instalaron en una pequeña casa de la calle Solano Antuña y en ella dio sus primeros pasos una Escuela del Hogar que, con el paso de los años, es hoy la Escuela de Hotelería Del Plata.

En estos 50 años, el espíritu de San Josemaría se ha difundido en todo el país, gracias a la responsabilidad apostólica -fieles de la Prelatura, Cooperadores y amigos- de quienes habiéndolo conocido sienten la inquietud por transmitirlo, entre sus familiares y amigos, en primer lugar, y también poniendo en marcha iniciativas que prestan diferentes servicios a la sociedad: desde las residencias universitarias Montefaro y Del Mar, por ejemplo, hasta las escuelas familiares agrarias Los Nogales y Las Camelias (actualmente Institutos de educación secundaria).