“Aprendí a hablarle a Jesús de tú a Tú"

A los 19 años su novio la ayudó en su conversión al cristianismo: dice que ahí su vida dio un vuelco. Años más tarde, ya con cinco hijos, conoció el Opus Dei y volvió a tener una nueva “conversión”. Hoy dice que está feliz y asegura que va por el mundo tratando de contagiar esa alegría

Soy madre de familia, casada con Mario Aishemberg, y tenemos 5 hijos. Hace 14 años que pertenezco al Opus Dei y 30 años a la religión católica. Me bauticé a los 19 años, al igual que mi hermana Patricia, ya que nuestra familia no era practicante. Mis padres, sin saberlo, nos educaron cristianamente, con una formación sólida basada en la totalidad de las virtudes humanas.

A los 19 años fue entonces mi primer encuentro con Dios, mi bautismo y aquí debo agradecerle a mi marido, en aquél entonces novio, que fue quien me abrió los ojos y me ayudó a formar parte de esta maravilla que es la familia de los cristianos, de los católicos. Como decía Josemaría Escrivá, nuestras vidas son un comenzar y un recomenzar ya que mi segunda conversión fue en el año 1987, cuando conocí el Opus Dei, y tuve un nuevo cambio de vida.

Yo soy maestra y trabajo desde los 18 años. En 1986 trabajaba como maestra del colegio St Patricks, quedé embarazada de mi quinto hijo y tuve que hacer quietud y al año siguiente no pude trabajar. Mi hermana, que vive en Salto, me aconsejó que fuera a unas charlas en un centro del Opus Dei cerca de mi casa. Así lo hice. Las clases fueron buenísimas: eran de doctrina cristiana pero explicadas en una forma sencilla.

El espíritu de Josemaría Escrivá cambió mi manera de ver la vida de todos los días. Fue una gran sorpresa reconocer que podía seguir siendo la misma persona, hacer las mismas cosas, pero cara a Dios, es decir, darle un sentido sobrenatural a los acontecimientos de la vida cotidiana. Aprendí a rezar más, a tener dialogo con Jesús, a hablarle de tu a tu, a contarle las cosas importantes y las que no lo eran tanto.

Nueve meses después de conocer la Obra pedí la admisión y aquí estoy feliz!!!

Como decía San Josemaría Escrivá, nuestras vidas son un comenzar y recomenzar

Otra novedad fue “hacer apostolado”: Nuestro Padre, como le decimos en el Opus Dei a San Josemaría Escrivá, entusiasma de tal manera que luego de leer algún escrito de él, nos enamoramos más de Dios y nos brindamos a las almas, ya que como él decía, debemos ser brasas encendidas para encender a los demás.

Desde hace 14 años trabajo en el St Andrew´s School como directora de Nursery, de pre-escolares, y año a año voy mejorando mi tarea gracias al empuje y amor al trabajo que siempre nos ha inculcado nuestro fundador.

También canto junto con mi marido en un coro formado por padres de familia de dos colegios, coro que tiene como característica un espíritu de familia, de canto bien hecho de amistades, de diversiones, de atención al otro, en una palabra de espíritu cristiano.

San Josemaría entusiasma de tal manera que luego de leer algún escrito de él, nos enamoramos más de Dios y nos brindamos a las personas

Si tuviera que resumir cual ha sido la influencia en mi vida de Josemaría Escrivá creo que diría que me enamoró su inmenso amor a Dios y a las almas, y su sencillez en elevar al plano sobrenatural toda circunstancia de la vida corriente.

Además, gracias a la intercesión de San Josemaría Escriva, mi padre se bautizó. Mi hermana y yo nos propusimos rezar una estampa diaria por su conversión, era algo casi imposible ya que él tenía 67 años, sin formación alguna. A los dos años de habernos propuesto eso, él tenía 69, un día nos dice que se quiere bautizar, que lo estuvo pensando, y quiere recibir formación. Así lo hizo y en la Pascua se bautizó: feliz él y nosotras. Unos meses antes mi madre quiso casarse por la iglesia, y él la acompaño pero no se casó, los padrinos de esa boda fuimos mi marido Mario y yo, y luego fuimos también los padrinos de su bautismo. En su bautismo él también quedó casado ante la Iglesia.

Mónica Regules de Aishemberg, maestra del St. Andrew's School // Libro "San Josemaría y los uruguayos", año 2002