CADI cumple 15 años

La Directora del Centro de Apoyo al Desarrollo Integral (CADI), Laura Zanolli, responde a algunas preguntas sobre esta labor apostólica y de promoción social en el barrio Casavalle.

¿Cómo ha sido el desarrollo de CADI en los últimos años?

En 2007, CADI cumple 15 años de trabajo ininterrumpido en beneficio de las familias menos favorecidas de la zona de Casavalle y sus alrededores. El tiempo de trabajar ha sido muy amplio y fructífero, para las familias que atendemos y para todo el equipo de CADI. En estos años el centro ha ido creciendo junto con su gente. De aquella guardería puesta en marcha a los inicios se fue gestando un centro que, en sus 15 años, inicia una respuesta a las necesidades socioeducativas de las adolescentes que hoy egresan de Club Juvenil con esa exacta edad.

Así, 15 años de edad institucional se traducen en una vida entera si miramos a nuestras primeras alumnas que hoy comienzan el Politécnico de Formación Laboral.

¿Qué actividades llevan adelante? ¿Quiénes son los beneficiarios?

Se atiende un total de 300 familias en los diferentes programas, como educación inicial, estimulación oportuna, club de niñas, centro juvenil y ahora el Politécnico de Formación Laboral. También tenemos actividades para padres, atención y orientación psico social de niños, adolescentes y sus familias, club de abuelas, consultorio gratuito y un voluntariado social.

¿Cuáles son los principales objetivos del Cadi?

El Cadi busca contribuir a la mejora de la calidad de vida de la infancia y la familia en situación de riesgo social, a través de la inserción educativa, laboral y comunitaria de la mujer desde la primera hasta la tercera edad. Por ejemplo, en 2007 se atiende a un total de 120 preescolares de dos y tres años que reciben educación inicial y alimentación, preparándose para el ingreso a la escuela primaria.

¿Cuáles han sido los principales logros?

Todo este tiempo de trabajo ha sido muy fructífero. Nos ha permitido recibir continuamente muestras de afecto y agradecimiento tanto de alumnas, como de padres y vecinos que reconocen el esfuerzo que se realiza diariamente en nuestro Centro por promover acciones que contribuyan a lograr un proyecto de vida más digno y alentador. De un baldío a un hermoso edificio rodeado de un parque de juegos, de una casa prefabricada del tamaño de un aula a 700 metros cuadrados edificados y un plan de expansión que contempla duplicar esa superficie, de salir a buscar la gente casa por casa a tener listas de espera en todos sus programas.

¿Y en lo personal, como Directora?

Cuando comencé mi trabajo en CADI me impresionó muchísimo la maravillosa tarea que se desempeñaba desde hacía tantos años y la ilusión de quienes la venían realizando. Y a la vez me permití soñar con un pequeño lugar en el mundo en el que quisiera vivir mucha gente, de manera que estos son en realidad unos hermosos primeros 15 años. Trabajar en CADI me permite renovar mi fe en una sociedad más equitativa y sin pobreza. Me anima a pensar en que las circunstancias geográficas y sociales que nos marcan al nacer y crecer , no debe determinar un factor de exclusión entre las personas y en particular entre los niños y adolescentes que se van quedando marginados y sin oportunidades de cambiar sus historias.

¿Cuáles son los principales desafíos para el futuro?

Los principales desafíos son, sobre todo este año, sacar adelante el Politécnico de Formación Laboral, con todo lo que eso implica (mantener motivadas a las estudiantes, conseguir el apoyo de personas y empresas que ayuden a sostener todos los pilares del programa, comenzar un programa de actividades artístico culturales a desarrollarse en el Centro Cultural anexo, etc.). Llegar a más personas con nuestro proyecto de formación integral; hoy tenemos listas de espera en todos los programas, porque la gente los necesita y valora mucho, pero no tenemos la capacidad locativa y de recursos humanos para atender a más de estas 350 familias.