Nueva propuesta educativa privada para niñas de Casavalle

Los rosales. El colegio del CADI comenzará en marzo con grupos de 4 y 5 años.

Con la colocación de dos rosales, plantados por varios de los colaboradores que hicieron posible la iniciativa, se inauguró simbólicamente el colegio Los Rosales, un proyecto impulsado por el Centro de Apoyo al Desarrollo Integral (CADI), que se suma a la oferta de educación privada para las niñas del barrio Casavalle.

El P. Francisco Nolla bendice los rosales plantados

El colegio, que comenzará sus clases el 2 de marzo de 2015, parte de un pedido de los padres que enviaban a sus hijas al club de niñas que funciona en CADI desde hace varios años. "Los chicos salían de CADI con tres años y quedaban en un eslabón perdido hasta que podían regresar con 5 años (al Club de niños). Era la idea que pudieran quedar y ahora se hace realidad", dijo Eddy Faccelli, una de las madres propulsora del colegio y que aunque sus hijos ya no van a primaria, lo podrá disfrutar con su nieta.

Según explicó quien será la futura directora del colegio, Florentina Palacios, Los Rosales buscará formar integralmente a las niñas, tanto desde lo cognitivo, lo intelectual, como desde lo afectivo y lo espiritual. "Lo que queremos es que estas niñas salgan preparadas a la vida en igualdad de condiciones con otros niños de otros lugares, de otros colegios y otras zonas", por lo que se apunta a una educación de calidad, entre lo que destacó la formación en elidioma inglés. CADI es una institución que trabaja en el barrio Casvalle desde 1992 y es promovido por el Opus Dei.

La idea del colegio venía trabajándose desde hace ocho años, dijo a El Observador la directora de CADI, Laura Zanolli, quien explicó que con la concreción del proyecto "se cierra una parte de un proceso abierto hace años, que es el Club de niñas. Lo que hace (el colegio) es darle el valor de la educación formal".

Privado y para niñas

El colegio, a diferencia de otras iniciativas que hay en la zona, como el liceo Jubilar o Impulso, se dedicará a la educación inicial y primaria, será privado y solo para niñas.
Los padres deberán pagar una cuota de $3.500 por mes, la que incluye el almuerzo diario, además de los uniformes y todos los materiales necesarios para las clases. La directora de CADI explicó el porqué de la cuota: "Ese granito de arena dignifica la labor, y a ellos (por los padres) los hace más responsables y actores más críticos de lo que estemos haciendo".
Zanolli dijo que al pagar una cuota los padres tienen el derecho de exigir resultados y de controlar el trabajo del centro, "se comprometen a tener la primera incidencia sobre la educación de sus hijos", afirmó.

"Vale la pena el esfuerzo", dijeron por su parte Maeve Noriega y Richard Ancheta, quienes enviarán a Los Rosales a su hija Luciana. "La cuota nos parece adecuada. Es muy accesible para lo que es la zona, para lo que es un colegio privado, bilingüe, de ocho horas", explicó Noriega.

De todas formas, Zanolli explicó que aunque en un primer momento los gastos se cubrirán con los aportes de colaboradores que ya trabajan con CADI, se está buscando fuentes de ingresos, entidades que funcionen como padrinos, para poder otorgar becas.

Los Rosales comenzará a funcionar con dos clases para niñas de 4 y 5 años, distribuidas en grupos reducidos, de no más de 20 alumnas. La futura directora del centro educativo informó que ya hay 29 niñas inscriptas: 18 para nivel de 4 años y 11 para nivel de 5 años.

Al ser consultada acerca del proceso de selección de las alumnas, debido al límite de cupos y a que ya prevén tener una lista de espera para febrero, Palacios explicó que se da por un proceso natural. Desde CADI se le explica a la familia el proyecto educativo y la características de la institución y ellos deciden si siguen o no con el proceso.

Según dijo, se busca "un trabajo firme, codo a codo, con la familia en cuanto a la educación", en el que se exige a los padres concurrir a una determinada cantidad de talleres anuales y la realización de entrevistas individuales sobre la alumna y su familia. "Hay familias que por el propio perfil simplemente dicen "Bueno esto no es para nosotros."

Las alumnas asistirán al centro durante ocho horas diarias. Tendrán clases en la mañana, y en la tarde se sumarán a las actividades del Club de niñas, para que sus madres puedan trabajar, dijo Palacios.

    El Observador, 19.12.2014