Roma, tras los pasos de san Josemaría

En verano, muchas personas tienen la oportunidad de peregrinar a Roma. Para un cristiano, que goza de la luz de la fe, Roma no es sólo una ciudad de gran interés artístico o histórico, sino mucho más: es su casa. Ofrecemos diversos artículos sobre la ciudad, con comentarios de San Josemaría.

- La basílica de San Pedro

- Las catacumbas de san Calixto

- La Basílica de la Santa Cruz de Jerusalén

- El foro romano

- El Coliseo

- La via apia

Estos artículos, en formato PDF, ayudan a conocer un poco mejor los principales vestigios de la historia de la Iglesia que se conservan en la Ciudad Eterna.

Cada lugar se comenta históricamente y se acompaña de algunas enseñanzas del Fundador del Opus Dei, con el fin de extraer todo el fruto posible del recorrido.

Para un cristiano, que goza de la luz de la fe, Roma es el escenario de una maravillosa historia –la del Amor infinito de Dios que quiere llegar a la humanidad entera– que será siempre actual y que nos interpela especialmente al comienzo del tercer milenio y ante el reto de la nueva evangelización.

"Venero con todas mis fuerzas -dijo san Josemaría- la Roma de Pedro y de Pablo, bañada por la sangre de los mártires, centro de donde tantos han salido para propagar en el mundo entero la palabra salvadora de Cristo. Ser romano no entraña ninguna muestra de particularismo, sino de ecumenismo auténtico; supone el deseo de agrandar el corazón, de abrirlo a todos con las ansias redentoras de Cristo, que a todos busca y a todos acoge, porque a todos ha amado primero". "Roma os dejará un zarpazo en el alma, una huella profunda y duradera, si habéis aprovechado bien el tiempo. Y sabréis ser hijos más fieles de la Iglesia, y tener un amor más sobrenatural al Santo Padre".