Favor doble

En febrero de 1989 había fallecido mi suegro y mi esposa estaba muy deprimida. En mayo tuvimos una gran alegría: estaba embarazada de nuestra segunda hija, María Belén. Le habíamos rezado al Fundador del Opus Dei. Poco tiempo después el embarazo comenzó a complicarse...

Sangrados, amenaza de aborto espontáneo, conflicto sanguíneo con factor RH y una depresión profunda de mi esposa, que le resultaba muy difícil de controlar.

Dos meses de internación, antidepresivos potentes y una dedicación maravillosa de los médicos, lograron mantener el embarazo hasta los siete meses. El 28 de diciembre el ginecólogo decidió practicar una cesárea. No sabíamos el estado de María Belén. Doce especialistas asistieron a la intervención.

El resultado todavía no lo puedo creer. Apareció una niña absolutamente sana, sin ningún problema físico y con más de 3 kilos de peso. Recuerdo que cuando hablé con mis padres para darles la noticia, mi padre me dijo: "No cabe duda que ustedes están bajo la protección divina".

Y así fue, realmente. Durante todo este tiempo habíamos rezado la estampa con particular intensidad y frecuencia. Es a la intercesión de Josemaría Escrivá que atribuyo el embarazo y la salud de mi esposa y de nuestra hija.